Aumento de fuerza y masa muscular. Esto se debe a lo que se trabaja principalmente son los músculos, por encima de las articulaciones. También se mejora la fuerza y la resistencia.
Mayor activación muscular y, por tanto, mayor contracción de las fibras.
Con la electroestimulación se consigue reducir considerablemente el riesgo de sufrir una lesión al no hacer ejercicios complicados ni ser mínimamente peligroso.
Mejora de la vascularización/capilarización. Tiene una elevación de la circulación sanguínea, así como del riego linfático.
Aumento de la elasticidad muscular.
Relajación muscular en periodos de estrés, lo que lleva aparejada una disminución del dolor.